vicente ferrer
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A cada edad, un tipo de crema facial

Está demostrado que, usando el tratamiento adecuado para cada tipo de piel y para cada edad, podemos retrasar el envejecimiento cutáneo.

13 marzo 2017

Nuestra piel va variando a lo largo de nuestra vida. A cada edad requiere de unos cuidados y posee unas necesidades que debemos cubrir. Está demostrado que, usando el tratamiento adecuado para cada tipo de piel y para cada edad, podemos retrasar el envejecimiento cutáneo, de modo que mantendremos una piel tersa y luminosa el mayor tiempo posible.

Entre los 20 y 30 años: hidratar y combatir excesos

Entre los 20 y 25 años nuestra piel suele estar en su máximo esplendor. Si hemos tenido acné en la adolescencia, esta es la edad donde ya, en la mayoría de los casos, no queda ni rastro. Es cierto que, a partir de los 25 años se considera que la piel comienza su proceso de envejecimiento, pero con un tratamiento de hidratación y una rutina de belleza diaria es suficiente para asegurarnos que esté en perfecto estado.

En esta edad, lo imprescindible es limpiar la piel a diario y evitar acostarse con ella maquillada ya que esto no le permite respirar y regenerarse durante la noche. Tras una buena rutina limpiadora, es muy importante aportar una crema de hidratación profunda. Además, a partir de los 25 años debemos comenzar a usar un contorno de ojos hidratante.

Algo muy básico que muchas veces escapa a nuestra rutina de belleza diaria es aplicar una crema solar facial oil free con un alto factor de protección. Pues una de las causas que más contribuyen a nuestro envejecimiento facial es la exposición solar.

Entre los 30 y los 40 años: implantar salud

A partir de los 30 años, por regla general, la piel suele comenzar a perder hidratación y elasticidad, por lo que es necesario aportar nutrición e hidratación. Son muy importantes las cremas que aporten vitaminas E y C, antioxidantes naturales que ayudarán a la piel a producir más colágeno para regenerarse.

Para la hidratación son necesarios los sérums con ácido hialurónico tanto en el rostro como en el contorno de los ojos, una de las zonas más sensibles de nuestro rostro, propensas a mostrar desde muy temprano las primeras arrugas.

Hay muchas cremas faciales enriquecidas con vitaminas E y C y ácido hialurónico. Puedes investigar en internet visitando páginas como Cremas Online y comenzar a detectar las cremas que aportan estos componentes para añadir a tu próxima compra.

Entre los 40 y los 50 años: disimular los primeros signos de la edad

A partir de los 40 años debemos comenzar a usar cremas anti-arrugas para rellenar y disimular aquellas arrugas y manchas que ya hayan salido. Esto es un poco relativo porque, si has llevado a cabo desde joven un cuidado facial correcto, seguramente tu piel aún no necesite estos tratamientos. Por tanto, será la propia piel la que exija cuándo comenzar a usar tratamientos anti-arrugas. Igualmente, a partir de los 50 años, hay mujeres que consiguen llegar con una piel perfecta y otras que, por un mal tratamiento o por genética, deban comenzar a usar tratamientos más agresivos.


Por tanto, lo esencial es que trates tu piel desde joven con una rutina de limpieza diaria, hidratación, protección solar y, a partir de los 30, cremas con tratamientos que retrasen lo máximo posible la aparición de arrugas y manchas faciales.