Ámsterdam es una ciudad que los amantes del arte no pueden perderse. Son múltiples las razones y mil los motivos para visitar esta bella ciudad. Pero, ¿qué visitar, por donde empezar?
08 mayo 2017 | Publicado : 08:31 (08/05/2017) | Actualizado: 12:21 (17/05/2017)
Caminando por las callecitas y los mercados
Podemos visitar la ciudad andando o dando un paseo en barco por los canales. El total de canales es de 75 Km, unos 160 canales, con más de mil puentes, de los cuales 8 son levadizos. Resulta curioso la limpieza del agua y la ausencia de malos olores. Y, es que, cada tres días se renueva completamente el agua gracias a un sistema de bombeo y esclusas. Andando podemos pasear por la Plaza Dam, uno de los puntos más famosos de Ámsterdam. En ella encontramos un obelisco que es un monumento en memoria de la Segunda Guerra Mundial, el Palacio Real y muchas tiendas, restaurantes y multitud de turistas. Además se puede pasear por la famosa Plaza Spui y descubrir el célebre Distrito Rojo: muy al contrario de lo que se podría pensar es un área muy segura que se ubica en una zona histórica de las más antiguas. En este barrio los visitantes encuentran la prostitución detrás de ventanales iluminados por focos, pero también es posible evitar dichos encuentros y aprovechar la estancia para contemplar la arquitectura de esta parte de Ámsterdam durante el día, en un ambiente amigable para las familias. Ámsterdam también cuenta con dos famosos mercados callejeros: el Mercado de Waterlooplein y el Mercado Albertcuyp. En el primero podemos encontrar ropa y otros artículos de segunda mano, como son: instrumentos musicales, artículos para fumadores y muchos artículos raros. El otro mercado es más grande y venden al por mayor ropa, comida y otros artículos a precios muy accesibles. La visita a estos mercados callejeros, aunque no queramos comprar nada, es un escenario perfecto para hacer fotografías de recuerdo.
Los museos que no se pueden pasar por alto
Asimismo Ámsterdam es famosa por sus Museos. El Rijksmuseum, por ejemplo, cuenta con colecciones inigualables de pinturas, grabados y fotografía clásica; mientras que el Museo Van Gogh, contiene la colección más rica del pintor holandés Van Gogh y también completa la visión de su tiempo con exposiciones temporales de artistas contemporáneos del pintor. Otro lugar simbólico es la casa de Ane Frank, que recuerda a los visitantes donde la niña Ana, a sus 15 años de edad y antes de morir en Bergen-Belsen, escribió su diario. En el museo se pueden visitar los lugares de escondite, el diario original y una exposición ambientada en la época. Todos ellos forman parte de las principales atracciones de la ciudad y son muchos los turistas que cada año los visitan. Si queremos evitar las largas colas que se forman a las puertas de estos lugares tan emblemáticos de la ciudad de Ámsterdam es recomendable comprar los billetes de las entradas a los museos en Musement. Esta es una página web que permite reservar múltiples y variadas actividades, como por ejemplo las entradas museo van gogh y otras experiencias en la capital de Holanda.
Otros consejos: Moda y Transporte
Esta ciudad no es sólo esto, ya que también presta una atención especial a las tendencia en prendas y accesorios: de hecho los amantes de la moda pueden ir de compras a la famosa Pieter Cornelisz Hooftstraat, o simplemente pasear admirando los escaparates de Tiffany, de Hermès o de Dolce y Gabanna. El Tassen Museum, el Museo del Bolso, merece una mención especial, porqué es un lugar donde descubrir bolsos históricos, iconos y modelos únicos e inigualables.
En cuanto a la manera de movernos por la ciudad, cabe decir que Ámsterdam es una ciudad perfecta para circular con transporte público y es que, si queremos hacerlo por el centro de la ciudad, el precio del aparcamiento es tan alto que seguro nos lo pensaremos dos veces antes de utilizar el coche. En cambio, resulta muy cómodo moverse en tranvía, circulan por toda la ciudad más de 200 o en autobús, que tienen la ventaja de circular las 24 horas, aunque la forma en que lo hacen sus ciudadanos es la bicicleta, un medio que, además de barato y rápido, es ecológico. Podemos alquilar una bicicleta y desplazarnos cómodamente. Los taxis son caros y el metro sólo cuenta con cuatro líneas, por lo que es un medio que no resulta interesante.