La normalización de internet nos hace cada vez más vulnerables a los ataques de terceros.
06 julio 2017
La protección de la privacidad es, en los tiempos que corren, algo que nos atañe a todos. Ya sean usuarios con poca experiencia en tecnologías, como empresas veteranas que requieren el uso de los avances actuales; contar con la seguridad de no tener miedo alguno a ningún tipo de ataque que ponga en peligro la seguridad de tus datos es fundamental, sobre todo cuando tienes un negocio que requiere de equipos informáticos.
Por suerte o por desgracia, necesitar ordenadores u otros aparatos es algo prácticamente necesario en casi cualquier tipo de negocio. Los avances de los últimos años han posicionado a los dispositivos electrónicos como herramientas indispensables en el desarrollo de casi cualquier tipo de actividad. Seas un profesional o un joven que solo quiere conectarse a internet para buscar o compartir algo, necesitas un ordenador, un móvil, una tablet; en definitiva, un dispositivo con el que tener acceso.
Esta filosofía de conexión ha propiciado que, cada vez, haya más formas de poner en peligro nuestra seguridad en el ámbito digital. Ya es algo común contar con datos privados (dirección, cuenta bancaria, etc.) o información importante que aparezca en uno de nuestros correos, o incluso en las copias de seguridad que almacenemos en la nube. Confiamos cada vez más en internet para hacer casi de todo, y eso es algo que puede dejarnos completamente vulnerables ante personas que no tengan las mejores de las intenciones.
En contrapartida a este peligro, hay empresas de informática que; además de ofrecer los típicos servicios de reparación, mantenimiento, montaje o hasta compra y venta de piezas; cuentan con una buena gama de servicios destinados a protegernos en el mundo digital. Algunas más especializadas en el ámbito doméstico, en el usuario de a pie, y otras centradas en ofrecer toda la seguridad del mundo a los grandes negocios, sus servidores y demás elementos que queden del lado en riesgo de peligro por estos ataques.
De forma pareja a la evolución que hemos observado en este plano durante las últimas décadas, la forma de trabajar de estos profesionales también ha avanzado. Tarifas mejores, servicios mucho más especializados y enfocados a solventar todo tipo de problemas actuales, e incluso comodidades como un mantenimiento informático remoto para no tener que buscar y esperar a la llegada de un técnico a tu lugar de trabajo. Ciertamente, y pensándolo fríamente, si alguien desde su casa es capaz de hacerte daño accediendo y dañando tus datos, ¿por qué no iba a haber alguien que hiciera también a distancia la labor opuesta?
Las empresas son las primeras en contar con el apoyo de estos servicios gracias a profesionales como el GRUPO LINKA; pero también son cada vez más los que ofrecen esta asistencia para el usuario de a pie. Con las posibilidades que ofrecen nuestros teléfonos móviles y esa gran ventana que nos abren al mundo entero, hay que gastar mucho cuidado con los datos que compartimos y dónde los compartimos, de ahí que cada vez sea más importante saber de algún grupo de técnicos que nos aconsejen y ofrezcan una buena seguridad; y de ahí que, también en el ámbito doméstico, comiencen a ofrecerse este tipo de soluciones antes destinadas a los negocios.
De todas formas, no hay que olvidar que internet es un mundo enorme, repleto de información y de formas de expandir nuestros conocimientos o comunicarnos; pero hay que ser conscientes de que, junto a sus beneficios, también hay peligros que deben tenerse en cuenta. El usuario no debe confiarse por saber que hay expertos dispuestos a ayudar en caso de haber problemas; es necesario tener en cuenta cosas como que navegar de forma segura es crucial para evitar sustos, o que vigilar el correo electrónico y tener un control sobre los remitentes de los e-mails es también fundamental, y si no, recuerda lo que ha pasado con WannaCry.
Jóvenes, mayores, empresas… Todos estamos expuestos en la red de redes si no aprendemos a manejar correctamente estas herramientas que forman parte de nuestro día a día. Lo tenemos sumamente fácil para conectarnos a internet, para enriquecer nuestra cultura, para saber qué pasa en casi cualquier rincón del mundo al momento, o incluso para fardar de vacaciones; pero también lo tenemos sumamente fácil para que se aprovechen de nuestro desconocimiento y encuentren el más pequeño agujero para colarse en nuestros datos y comenzar a aprovecharse de nosotros.
La seguridad informática es vital y se está convirtiendo poco a poco en la seguridad de nuestra identidad, de nuestra propia vida. No suena muy bien, pero es uno de los riesgos que conlleva sumarse al carro de la era digital, que se convierte en parte de nosotros.